
La industria del fast fashion, conocida por su incansable impulso de vender cada vez más ropa nueva y a bajo costo, está experimentando una transformación impulsada por el escrutinio ambiental y las demandas de los consumidores a favor de la sostenibilidad. Marcas como H&M, Uniqlo y Zara, antes notorias por su rápida rotación de prendas económicas, ahora están intensificando sus esfuerzos para alentar a los compradores a reparar y mantener su ropa en lugar de simplemente desecharla.
Este cambio de estrategia llega en un momento crucial para la industria de la moda, ya que busca mejorar su imagen y reducir su huella ambiental. Reparar prendas en mal estado en lugar de desecharlas no solo reduce la cantidad de basura, sino que también conserva recursos valiosos que de lo contrario se consumirían en la fabricación de reemplazos. En consecuencia, estos minoristas de moda están dando un paso adelante para hacer que los servicios de reparación de ropa sean accesibles para el consumidor promedio.
Zara, uno de los pioneros en esta estrategia, está lanzando servicios de reparación en algunos de sus mercados más grandes. Uniqlo, sin quedarse atrás, está incorporando estudios de reparación en algunas de sus tiendas. Mientras tanto, la subsidiaria de H&M, Cos, se ha asociado con una startup para ofrecer ayuda a los clientes para arreglar vestidos y chamarras dañadas. Esta implementación de servicios de reparación representa un avance significativo para una industria que históricamente se ha centrado en impulsar las ventas de nuevos productos.

El servicio “Zara de segunda mano” ejemplifica el compromiso recién encontrado de esta industria con la sostenibilidad. Con esta iniciativa, los clientes pueden reparar, vender o donar ropa usada tanto en tiendas como en línea. Comenzando en el Reino Unido y expandiéndose a otros mercados importantes para 2025, este innovador programa tiene como objetivo prolongar la vida útil de las prendas y reducir el desperdicio. Al adoptar los servicios de reparación, las marcas de moda reconocen su papel en mitigar el impacto ambiental de la moda rápida.
La urgencia de un cambio en la industria de la moda se subraya con estadísticas alarmantes. A nivel mundial, se desecha o incinera un camión lleno de textiles usados cada segundo, con asombrosos 92 millones de toneladas de prendas que terminan en basureros cada año. Sorprendentemente, las prendas que consumes en fast fashion a menudo se tiran después de menos de un año de uso, lo que agrava la falta de conciencia de la industria.

En respuesta a la creciente preocupación pública y la presión de los reguladores, el Parlamento Europeo ha aprobado una estrategia que insta a las empresas de moda en Europa a adoptar estándares ambientales más altos. Este movimiento forma parte de un esfuerzo más amplio para redactar nuevas leyes que responsabilicen a las marcas de una producción más ecológica y una gestión de residuos asociada a sus productos. Al mismo tiempo, organizaciones multinacionales como las Naciones Unidas están liderando iniciativas como el Fashion Charter, que compromete a marcas significativas como Gap, H&M e Inditex a reducir sus emisiones.
La introducción de servicios de reparación marca un paso crucial para los minoristas de moda en su búsqueda de la sostenibilidad. Al asumir una mayor responsabilidad por el ciclo de vida de sus productos, las marcas no solo reducen los desechos, sino que también fomentan un enfoque más consciente y reflexivo hacia el consumo de moda. Esta transformación promete alterar el panorama de la moda rápida y redefinir la relación de la industria con sus clientes, donde la sostenibilidad se convierte en el factor clave en las elecciones de moda.
Con la presión regulatoria y las crecientes preocupaciones ambientales en primer plano, este cambio hacia los servicios de reparación bien podría representar el punto de inflexión en el camino de la industria de la moda hacia un futuro más sostenible. Además, el pronóstico del mercado mundial revela que el valor del mercado de moda rápida se estimó en más de 106 mil millones de dólares estadounidenses en 2022 y se prevé que alcance aproximadamente los 185 mil millones de dólares estadounidenses en 2027. A pesar de la competencia de minoristas en línea como Shein, las marcas líderes como H&M y Zara continúan adaptándose y buscando soluciones sostenibles para mantener su posición en un mercado cada vez más consciente del medio ambiente.
Fuente:
Trefo Moss, August 1, 2023, “Fast Fashion Aims to Mend Its Image With Repairs”, WSJ. https://www.wsj.com/articles/fast-fashion-aims-to-mend-its-image-with-repairs-6d094be8?mod=business_lead_pos5