Forever 21: De Éxito a Bancarrota - Ventus Leasing

El ascenso y la caída de Forever 21

Una vez protagonista en el mundo del fast fashion, Forever 21 ahora se enfrenta a la bancarrota. Desde sus comienzos como una pequeña tienda de ropa en Los Ángeles, transformó a sus fundadores en multimillonarios y se convirtió en un gigante minorista con miles de millones de dólares en ingresos. Sin embargo, la expansión rápida de la compañía y la incapacidad para adaptarse a los cambios en el comportamiento del consumidor han llevado a sus problemas financieros actuales. 

 

En 1981, Jin Sook y Do Won “Don” Chang, inmigrantes de Corea del Sur con recursos limitados y sin títulos universitarios, se embarcaron en su sueño americano. Para llegar a fin de mes, Jin Sook trabajaba como peluquera, mientras Don desempeñaba trabajos como conserje, empleado de una gasolinera y barista. Fue durante este tiempo que Don se percató de la prosperidad de las personas en el negocio de la confección, lo que inspiró la idea de su empresa.

 

Con $11,000 dólares de ahorros, los Chang abrieron una tienda de ropa de 900 pies cuadrados, inicialmente llamada Fashion 21. Su enfoque se basaba en capitalizar las ofertas de liquidación al por mayor y les permitió vender ropa de moda a precios descontados. En su primer año de funcionamiento, Fashion 21 generó $700,000 dólares en ventas.

 

Aunque Fashion 21 inicialmente atendía principalmente a la comunidad coreanoamericana de Los Ángeles, los Changs ampliaron rápidamente su negocio, abriendo nuevas tiendas cada seis meses. A medida que crecía la popularidad de la compañía, decidieron cambiar la marca, renombrándola Forever 21 para enfatizar que estaba destinada a todos aquellos que deseaban estar a la moda, frescos y jóvenes de espíritu.

 

El éxito de Forever 21 se basó en una estrategia simple pero efectiva: ofrecer ropa de moda a precios asequibles. Este enfoque convirtió a la marca en una creadora de tendencias y una de las primeras en proporcionar fast fashion.

 

Para 2015, Forever 21 estaba en su apogeo, con ventas globales de $4.4 mil millones de dólares ese año. Los Changs se habían convertido en una de las parejas más ricas de Estados Unidos, con un patrimonio neto combinado estimado de $5.9 mil millones de dólares. El ambicioso objetivo de la empresa era convertirse en una empresa de $8 mil millones de dólares para 2017 y abrir 600 tiendas nuevas en tres años. Sin embargo, esta expansión agresiva marcó el comienzo de su declive.

A medida que Forever 21 se enfocaba en el crecimiento, sus estilos se volvieron cada vez más homogéneos, al mismo tiempo se enfrentaban con demandas de copyright por los diseños que lanzaban; a consecuencia perdieron contacto con su base de clientes principal. Competidores como H&M y Zara surgieron, ofreciendo diseños más innovadores y atractivos y el antiguo gigante de la moda rápida se redujo a ser una fuente de ropa barata y poco inspiradora.

 

El auge del comercio electrónico empeoró aún más los problemas para Forever 21. Una encuesta de marzo de 2019 reveló que los millennials realizaban el 60% de sus compras en línea y preferían las compras digitales a visitar tiendas físicas. A pesar de esta tendencia, Forever 21 continuó abriendo nuevas tiendas físicas y expandiendo las existentes, incluso expandiendo las tiendas con más pisos y agregando diversas secciones como la moda masculina, infantil y artículos para el hogar. Esto contribuyó a una disminución significativa de las ventas, estimada de un 20% a 25% en 2018.

 

Como resultado de estos problemas, los Changs, quienes aún son dueños de la empresa, han perdido más de $4 mil millones de dólares de su patrimonio neto personal. La empresa actualmente tiene una deuda de $500 millones de dólares, lo que ha llevado a una seria consideración de la bancarrota.

La bancarrota no siempre significa el fin de una empresa. Podría brindar a Forever 21 la oportunidad de reestructurarse y posiblemente recuperarse. La empresa podría cerrar sus tiendas menos rentables e intentar cambiar su imagen. Sin embargo, en una era dominada por boutiques en línea económicas e imperios de fast fashion, esto podría no ser suficiente. El futuro de Forever 21 permanece incierto y quizás no sea tan “eterno” como sugiere su nombre.

 

El ascenso y caída de Forever 21 es una historia ejemplar de una empresa que creció demasiado rápido y no supo adaptarse a los cambios en el comportamiento de los consumidores. Si bien alguna vez lideró el camino en moda asequible y tendencias, ahora se enfrenta a la amenaza inminente de la bancarrota. A medida que el panorama minorista continúa evolucionando, el viaje de Forever 21 sirve como un recordatorio vívido de que incluso los gigantes pueden derrumbarse si no permanecen atentos al pulso de sus clientes y al mercado en general.

 

Fuente: “The rise and fall of Forever 21”. YouTube, publicado por Insider Business. Septiembre 13, 2019. https://www.youtube.com/watch?v=YzcS4XYW6Is